Se utilizan barras químicas, debido a la rapidez en su instalación, en lugares donde es difícil instalar una malla de tierra común, como por ejemplo subterráneos de edificios, oficinas, hospitales, bancos, edificios habitacionales, pisos enlozados etc. Los electrodos químicos son una alternativa de tierra eléctrica muy versátil puesto que se pueden instalar de forma vertical, horizontal, diagonal o como lo permita el terreno. La profundidad a la que se instalan puede ser variable dependiendo de las características del suelo. Estos electrodos son una solución rápida, económica, versátil y de muy buen resultado para un sistema de puesta a tierra de baja tensión, computación.
Estos electrodos pueden ser de 2, 3 o 4 pulgadas de cobre, dependiendo de los espesores y resistividades de las diferentes capas del terreno, estas barras se rellenan con sales solubles de bajas resistividades las que salen al exterior del tubo por perforaciones en todos los lados de este a lo largo de su estructura, , con lo que se consigue una mejor resistividad debido a que las raíces logradas con las sales de baja resistividad alcanzan una superficie mayor. Estos electrodos cuentan también con un compuesto activador aplicado en el exterior de la estructura de cobre con el cual se busca mejorar la conductividad, mantener la humedad, evitar la corrosión natural que ofrece el suelo al cobre, para alcanzar así una mayor vida útil. No se recomienda instalar estos electrodos en zonas costeras o lugares que ofrezcan alta corrosión al cobre